Tres balas en la recámara. Un pasillo con puertas a ambos lados. La cámara en angulado, dándole un escorzo tembloroso a la imagen para aumentar el dramatismo. El personaje a 10 de vida y ya renqueando. Y la sensación palpable, veraz, de que algo nos va a salir por una de las puertas. La sensación del terror ante lo inminente, ante el susto esperado que sin embargo acaba por asustarnos. La esencia más pura del Survival Horror que Resident Evil no inventó pero sí definió. ¿Cuándo, en qué momento se perdió eso en un mar de acción scriptada guiada PG-12 o 15? El Survival como tal hace mucho que en esta generación fue alcanzado de muerte y agoniza año tras año esperando ese juego que lo devuelva al primer plano. Por suerte sigue habiendo ejemplos que nos hacen pensar que no todo está perdido –Resident Evil: Revelations-, ni tampoco en el campo de provocar miedo en estado puro –Slender: The Arrival, Amnesia-, pero somos muchos los que esperamos la vuelta de un género que simplemente una generación, apenas 5-6 años atrás, era el rey del Inframundo.
Resident Evil 6, a pesar de la cacareada promoción de las fases de Leon Kennedy, no lo ha conseguido. Y quitando al sector indie, en el campo de los Triple A puede que la generación comenzase bien –Dead Space, Deadly Premonition-, pero parece que el terror no vende en la aséptica Gen de los 1080 progresivos, así que mejor lo eliminamos de un plumazo en pos de la acción balística y a espada. Incluso los zombies ya no dan miedo ni agobio, sino que son meras barracas de feria para los FPS y TPS digitales. Es por eso que el anuncio de hace unos días ha tenido un alcance tan significativo, comenzando por una declaración, la de un hombre que sabe lo que dice: “El Survival horror ha sido apartado de lo que lo convierte en un survival horror. Y por ello quiero traerlo de vuelta. Traer de nuevo al Survival Horror a lo que era”. Puede que en boca de otro creativo no tendrían el mismo efecto, pero si las pronuncia Shinji Mikami, el padre del género, productor y director deResident Evil, de su magistral Remake de Game Cube, de Dino Crisis, entonces podemos tomarlas en cuenta y tener ese atisbo de esperanza que esperamos con la obra de su nuevo estudio Tango que Bethesda apadrina, llamada The Evil Within, más conocida en Japón como Psycho Break.
Un perturbador teaser tráiler creado y concebido por el genio visual de las cabeceras Kyle Cooper y su Imaginary Forces comienza cándidamente con el Aria para la cuerda de Sol -adaptada por August Wilhelmj- de la tercera Suite Orquestal de Johann Sebastian Bach, para pronto degenerar en una orgía gore onírica –vaya sustazo el de la mano- como hacía demasiado que no disfrutábamos. Un video con actores reales que rápidamente retrotrae a esas Live Action Intros y anuncios de la primera PlayStation y que estilísticamente parece el hijastro bastardo de La Escalera de Jacob –germen de Silent Hill-, 13 Fantasmas, Hostely unos toques del terror nipón de Ringu y The Eye más el Shutter Island de Scorsese. ¿Demasiado visceral para las audiencias más actuales que no conocieron el género en su etapa de grandeza? ¿Un PG Restricted o Mature directa y políticamente incorrecto? ¿O más bien una contundente declaración de intenciones de Mikami-san? Sea lo que fuere, lo cierto es que este teaser ha elevado mucho el Hype de los fans que deseamos reencontrarnos con las sensaciones que el Survival Horror brinda en forma de momentos acuciantes, malsanos e incluso incómodos, pero por los cuales se ha hecho famoso. Y para ello, nada mejor que una historia en la que el terror no proviene en forma de conspiraciones gubernamentales, Mad Doctors y megacorporaciones privadas o aliens del espacio, sino del lugar más terrorífico y capaz de crear los mayores horrores del universo: Nuestra propia mente.
En un manicomio de aspecto tan gótico como el asilo Arkham casi, el detective Sebastianacude a la escena de un grotesco crimen junto a sus compañeros, Joseph y la que parece la novata del equipo, Julie, llamada Kid. Han llegado algo tarde, pero lo extraño es que todos los coches de policía aparcados fuera están…vacíos. Algo ataca a nuestro protagonista, que despierta en un extraño lugar en el que retorcidas criaturas –esa gigantesca de la caja fuerte con alambre de espinos a modo de cabeza promete entrar en el bestiario del género por la puerta grande- vagan a sus anchas tras nuestra. Defendernos de ellas al tiempo que de la locura de nuestros compañeros se sumarán a la tarea principal de averiguar qué demonios sucede, por qué todos nuestros miedos, ese Demonio Interior que todos acarreamos, se está manifestando ante nuestros ojos.
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